viernes, 17 de septiembre de 2010

Primera Escuela de Bellas Artes del Ecuador


La Escuela de Bellas Artes del Ecuador fue fundada por incentivo del presidente García Moreno para la enseñanza de la pintura y la escultura, se inauguró en mayo de 1872 bajo la dirección del pintor Luis Cadena, recientemente venido de Italia.
La finalidad de esta nueva institución era conservar los tesoros artísticos que encerraban las iglesias y conventos y reanudar la tradición quiteña de los maestros de taller. Para dar continuidad a este proyecto envió de becarios a Italia a Juan Manosalvas y Rafael Salas con la consigna de que integraran a su vuelta el cuerpo del profesorado de pintura. Para Maestro de escultura comprometió al escultor español Juan González y Jiménez, domiciliado en Roma.
Los artistas que se formaron en esta escuela lograron forjar una nueva expresión cultural, la cual fue el resultado de un dilatado proceso de transculturación entre lo aborigen americano y lo europeo y es una de las manifestaciones más ricas del mestizaje y del sincretismo, en el cual aparentemente la participación del indígena vencido es de menor importancia frente al aporte europeo dominante. Lo cual se ve reflejado en sus obras.
Como fruto del sincretismo cultural y del mestizaje las obras de la Escuela Quiteña se caracterizan por la combinación y adaptación de rasgos europeos e indigenistas y en sus etapas refleja todos los estilos imperantes en cada época en España y así tiene elementos renacentistas y manieristas; durante su apogeo es eminentemente barroca concluyendo con una corta etapa rococó que desemboca en un incipiente neoclasicismo hacia la fase de transición a la etapa republicana.
Las características que denotan su raigambre indígena son:
·         Se da una "quiteñización" de los personajes, muchos tienen rasgos mestizos y atuendos locales.
·         Aparecen con frecuencia costumbres ancestrales aborígenes.
·         Las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de su arquitectura.
·         Existe la presencia de fauna local (llamas en lugar de camellos y caballos; cuy en sustitución del Cordero Pascual; monos, zarigüeyas, tapires, felinos, junto con los clásicos borregos de los pastores, etc.), y la flora nativa se descubre en guirnaldas, bordados, incrustaciones, platería, tallas, etc.) al igual que la adopción de plantas vernáculas sustituyendo las de la iconografía tradicional europea.
·         En escultura y pintura hay presencia de personajes y costumbres propios del medio; el ejecutor de la obra de arte es el artesano local, de milenaria tradición artística propia; se da una adopción por "naturalización" de los santos europeos, por ejemplo, San Jacinto de Polonia se conoce como San Jacinto de Yaguachi.

·         Otra característica propia es la aplicación primero de pan de oro o de plata y luego a una pintura aguada que permite que el brillo metálico dé una apariencia especial.

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/04701737577926795432268/p0000008.htm

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Racionalismo de René Descartes

El Racionalismo es un movimiento filosófico desarrollado durante los siglos XVII y XVIII y caracterizado por la primacía que le dieron a la razón en la fundamentación del conocimiento, la fascinación por la matemática y la defensa de la existencia de ideas innatas y de la intuición intelectual.  La única fuente del conocimiento y de la verdad va a ser la razón, todos los conceptos tienen su origen en ella.
René Descartes, el padre de la filosofía moderna y considerado uno de los precursores del Racionalismo: prioriza el uso de la razón frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la experiencia empírica, cree que el fundamento, el principio supremo, es la razón, y por lo tanto se empeña en resolver el problema del conocimiento.

Descartes señala el paso decisivo del Renacimiento a la Época Moderna por su decisión de rechazar las verdades recibidas de la Escolástica, combatiendo activamente los prejuicios.  Acentúa el papel de la razón en la adquisición del conocimiento, en contraste con el empirismo y además parte del “Yo” para el análisis filosófico.   
Tiene una preocupación constante por el tema del método (de investigación) y lo expresa en sus obras como "El Discurso del Método", "Reglas para la dirección del espíritu", las cuales manifiestan la búsqueda de dicho objetivo; resumiéndolas en 4 reglas, las dos primeras pertenecen a la intuición y el tercero a la deducción:
a)    Evidencia: No admitir nunca algo como verdadero, si no consta con evidencia de que lo es.
b)   Análisis: ante un problema hay que descomponerlo en sus ideas simples evidentes.
c)   Síntesis: una vez descompuesto ese problema se recompone.
d)   Comprobación: se comprueba que no se ha cometido ningún error.

Para Descartes existen las ideas adventicias (provenientes de los sentidos, por lo tanto no evidentes), las ideas facticias (parten da las adventicias) y las innatas. Estas ideas se relacionan con las tres sustancias existentes según Descartes, sustancia pensante (yo - alma), sustancia extensa (mundo - cuerpo) y sustancia infinita (Dios).
A la idea de Dios se llega a través de la idea innata de yo y Descartes se apoya en tres argumentos para su demostración, el ontológico de San Anselmo, el principio de causalidad (tiene que existir pues el efecto no puede ser mayor que la causa) y los grados de perfección (yo soy imperfecto pues dudo, tiene que existir algo perfecto, Dios).
A pesar de que el Racionalismo ha jugado un papel antirreligioso en la teología con la idea de Dios ya demostrada, esta se convierte en el criterio de certeza para Descartes.
Este tipo de racionalismo también fue desarrollado por otros filósofos europeos, como el francés Baruch Spinoza y el pensador y matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz. Se opusieron a ella los empiristas británicos, como John Locke y David Hume, que creían que todas las ideas procedían de los sentidos.